jueves, 23 de mayo de 2013

Pedagogía por Proyectos Un camino formativo entre docentes y estudiantes

Por Teodora Olimpia González Basurto
Unidad UPN D.F. Centro 
Colectivo Magisterial de la Secc. 10  CNTE-ADB
26 de febrero de 2010.
Belisario Domínguez 32 México D.F.

Introducción
Reconocer que el maestro posee saberes que pueden orientar las propuestas educativas, no es materia de las reformas. Éstas han respondido a pedimentos políticos, económicos para mantener dominio social, pero de ninguna forma son propuestas que partan de los saberes y experiencias reales que viven docentes y estudiantes. Al paso del tiempo, esta situación ha vacunado la creatividad del profesorado, abona hacia la falta de compromiso, al entusiasmo que debiera permear esta profesión y cae en el desencanto. Esta visión da lugar a que las culturas de la enseñanza se transformen (Hargreaves,1999) y que respondan a un diagnóstico que tome en cuenta a la sociedad en su conjunto y no a una propuesta de enseñanza única, dirigida y supeditante que realmente cae en reproducir relaciones verticales y tradicionales. 

Este panorama nos hace reflexionar sobre qué papel queremos que juegue la escuela,  qué sentido tiene que tener ante la sociedad actual, qué sentido tienen que tener en cada uno de los distintos niveles educativos. Ante ello, hay que preguntarnos si la actual propuesta curricular responde al crecimiento de los estudiantes de educación básica preparándolos para enfrentar las distintas facetas, que el mundo donde viven, les ofrecerá según los logros y desempeños que demuestren. Si se forman personalidades reflexivas y críticas al ser dirigidas por una enseñanza a la que se le ha encomendado que sea integrada pero a la vez especializada, homogeneizadora pero diversificada, local y al mismo tiempo global, autónoma pero sujeta a rendiciones de cuentas que ahogan y que impiden la verdadera continuidad. Todo ello debe dar lugar a repensar la educación de forma conjunta. 

Los espacios educativos, sobre todo los escolares -hoy más que nunca- están acotados  para ser reales espacios de decisión, de negociación entre control y autonomía. Por ello, nos toca como docentes decidir si vivimos los cambios como un problema que nos ata o enfrentarlos para mejorar, para poner en marcha desafíos educativos donde el acento no sea el estudiante o el docente, no sea una relación vertical sino horizontal, donde el poder se torne una toma de decisiones conjuntas. 

Todos estos factores, además de la discriminación salarial, falta de recursos de todo tipo para las exigencias actuales, las acotaciones tergiversadas, acomodaticias y mal empleadas de los derechos humanos, así como  los contextos familiares y sociales de cada uno de los estudiantes crean multiplicidad de obstáculos, que en lugar de fortalecer ambientes propicios al aprendizaje, los complican al grado de que muchos profesores caen en la simulación, en el cumplimiento sin sentido; otros, reman contra la marea y su compromiso se estimula al sentirse inmersos en las reglas cambiantes de la postmodernidad (Hargreaves ,1999)para emplear lo que engrandezca humanitariamente al ser humano y combatir lo que lo destruya. Buscan y/o crean propuestas en la misma complejidad en que cambian las reglas de la enseñanza y del trabajo que les permitan tanto a los estudiantes como a ellos mismos hacerse partícipes de una educación colaborativa, es aquí donde entra Pedagogía por Proyectos. 

La  estrategia  formativa que presento, no tiene como estandarte  responder a los  pedimentos internacionales sino a poner en el centro la profundidad del aprendizaje, pero sin dejar de existir la enseñanza. Pugna por vivir el clima afectivo en la colectividad, en la colaboración, en el trabajo conjunto y lograr con ello “el desarrollo de personalidades sólidas, flexibles y solidarias” (Joliber, 2002). 

El origen de Pedagogía por Proyectos

Esta propuesta pedagógica surge del análisis que se ha realizado sobre las causas del fracaso escolar. Entre ellas está el déficit que tiene en cuenta la gestión y el control sobre las actividades de lectura, de producción de textos y de representación de lo escrito. Gestión y control que el docente, bajo diversos andamiajes, pone en manos de los estudiantes.

Pedagogía por Proyectos es una propuesta que se ha venido investigando y poniendo en práctica  en sus actividades docentes desde los ’70 y con profesores de Ecouen en Francia. A raíz de estar en contacto Josette Joliber con profesores, supervisores y docentes formadores chilenos en el congreso de la IRA , en los años ’90,  acuerdan participar en un proyecto de investigación-acción bajo su coordinación y bajo convenios de colaboración entre ambos países,  en Valparaíso  y la Isla de Pascua, Chile con el nombre de Formar niños lectores y productores de textos, y bajo la idea de mejorar significativamente la calidad y la equidad del aprendizaje de la lectura y la escritura de niños entre 5 y 9 años de edad, en sectores con dificultades socioculturales y económicas, extendiéndose en la actualidad hasta el nivel primario  -como nosotros, en México, lo conocemos- y del que da cuenta junto con Christine Srakï y otras investigadoras en el texto Niños que construyen su poder de leer y escribir. Partieron de la hipótesis  de que aprender a leer y escribir es comprender/producir textos completos, contextualizados desde el inicio.

Entre las metas que buscaron alcanzar está: formar niños capaces de comprender textos completos desde el inicio, “interrogándolos”, esto es, promoviendo su capacidad de identificar, utilizar y sistematizar estrategias y claves diversa índole para construir el significado; estimular la comprensión y producción de variedad de textos distinguiéndolos por su función y funcionamiento, facilitar que lean y produzcan textos en situaciones de verdad, estimulando la realización de proyectos que tanto los enfrenten  a textos contextualizados como que les provoquen ganas de interactuar con ellos y que, a la vez, requieran de su participación oral y producción escrita; apoyar el desarrollo de la capacidad de los niños respecto de procesos de metacognición, tanto en compresión como en la producción de textos y por último promover que los niños construyan y utilicen criterios de evaluación continua en sus actividades.

Los desafíos de la Pedagogía por Proyectos
Esta propuesta, iniciada en el 1992 en un país latinoamericano, sistematizada y 
socializada en Interrogar y producir textos auténticos: Vivencias en el aula(2003), implica tener presente que se crea una filosofía de vida porque es una estrategia de formación que atañe de forma deliberada a estudiantes y docentes. Es una propuesta didáctica que mira de conjunto a la enseñanza /aprendizaje del leer/escribir. Hacer entrar a todos los estudiantes a la cultura de la lengua escrita porque es la construcción de lo escrito en prácticas comunicativas reales donde se da el uso en situaciones de textos y discursos para comprender y elaborar para pensar y pensar el mundo; la apropiación progresiva y estructurada  del funcionamiento de la lengua escrita, que organizan ciertas estructuras contextuales, textuales, sintácticas, lexicales  y grafo-fonológicas; de movilizar a los alumnos en una actividad cognitiva deliberada y compleja, que al ser sentida como tal, contribuye a  la automatización de los procesos de comprensión y de producción de textos escritos según los contextos (Ruiz Nakasone et al, 2010). 

Hay un doble desafío en la Pedagogía por Proyectos. Por un lado, es formar niños, jóvenes lectores-comprendedores de textos, polivalentes y autónomos, de tal formar que al salir de estos niveles todos sean capaces de actuar, de reaccionar o de hacer actuar, a partir de todo tipo de escritos, estudiantes capaces de elaborar y de construir sus propios proyectos y su propia actividad  de lectores /productores de textos. Todo esto se aprende y por tanto todo eso se enseña. Precisamente el otro desafío es que Pedagogía por Proyectos, no es una propuesta cerrada sino abierta al ser contextual. Entre sus ejes están que tiene como marco de referencia una concepción constructivista de auto- y socio- aprendizaje y enseñanza, esto es estimular en la clase una vida cooperativa y colaborativa en el marco de una pedagogía de proyectos donde los aprendizajes por construir son asuntos de todos; de educabilidad cognitiva y de posibilidades de desarrollo de todos los niños, un rol cognitivista dirigido hacia la reflexión metacognitiva y de evaluación auto- y socio- de los aprendizajes, la aplicación pragmática de la construcción del lenguaje en situaciones de comunicación reales viendo al escrito como texto completo y desde las diversas dimensiones de la lingüística textual: se concibe la cultura escrita tanto en lo funcional como en lo ficcional y por último, se trabaja sobre la concepción  de la lectura y la escritura vistos como procesos de comprensión y producción de textos Jolibert y Sraïke,2009).

En resumen la estrategia pedagógica propuesta estimula la vida de clase  hacia una vida cooperativa mediante proyectos dinámicos, inventa estrategias de enseñanza/aprendizaje de tipo auto y socioconstructivista, implementa una práctica comunicativa y textual de lo escrito, busca construir una representación clara del leer/escribir de la lectura como comprensión de textos completos contextualizados y de la escritura como producción de textos completos contextualizados.

Cabe aclarar que en este enfoque leer, desde que el niño entra al primer nivel escolar, es la comprensión de un texto-en-contexto, en función de un proyecto, de sus necesidades, de su placer. Esto aflora gracias a las competencias, que por ese trabajo, se han conquistado, y no que se tengan como foco de aprendizaje y enseñanza, y gracias a la interacción con los demás (SEP,2010).  Es incluir todo lo que se ha  identificado como indicios en cualquier nivel lingüístico, en una construcción deliberada de sentido del texto en su conjunto (Joliber y Jacob, 2003).

Escribir es buscar pensar y/o hacer entender por un destinatario real, produciendo el escrito que se es capaz de elaborar  en un momento dado, solo o con ayuda con otros.

Aprender a leer/escribir es un largo proceso cognitivo y afectivo de elaboración  de estrategias, de activación de operaciones mentales, y de construcción de conocimientos culturales y lingüísticos.

Esta Pedagogía pretende hacer  que los niños, vivan, comprendan y produzcan textos literarios, que participe en las prácticas sociales del lenguaje, pero no a partir de textos complicados, sino viviendo la complejidad  de los textos en uso auténticos. Tomar en cuenta que los textos literarios ponen en juego lo imaginario y la función específica de los escritores. Promueve la estimulación  hacia la reflexión metacognitiva y metalingüística. La autoevaluación y la coevaluación son vistas como  herramientas de aprendizaje.

La labor del docente en sí mismo es un fuerte punto clave, ya que deberá transformarse en  un mediador y facilitador de aprendizajes sin perder su criterio, sin embargo cabe mencionar que si bien debemos tener el pensamiento optimista de que los maestros y las instituciones educativas pueden cambiar, transformarse, también lo harán siempre y cuando se creen la condiciones facilitadoras que lo permitan y apoyen la renovación didáctica desde nosotros como docentes, de quienes se encargan de la gestión como de los formadores de docentes y los propios responsables de los cambios curriculares, sin olvidar a los padres de familia y a la propia comunidad. La renovación didáctica es apuntar a mejores aprendizajes como a mayor democracia. Es reconocer, en todos sentidos, y no sólo ver que el profesor es el culpable de que una reforma no triunfe.

Desde la Pedagogía por Proyectos se concibe y reconoce al sujeto de aprendizaje como una personalidad que se construye socialmente y que se forma a partir de sus experiencias, conocimientos, competencias y habilidades y no como un depositario pasivo de la enseñanza del maestro. Se aprende a mirar la escuela y la comunidad desde los sujetos activos –maestros, estudiantes, padres de familia y autoridades educativas-, entendiéndose como un reto para comprender el complejo proceso a través del cual docentes y estudiantes se acercan al aprendizaje. 

Todo proceso cognitivo emprendido bajo este enfoque pone en juego habilidades de pensamiento que fortalecen las ansiadas competencias del estudiante que hoy ponen sobre el tablero. Las habilidades que se desarrollan propician un aprendizaje más perdurable, significativo y aportan en la elaboración y en la solución de problemas relacionados con las situaciones que el individuo afronta en su interacción con el medio. El conocimiento se concibe como la capacidad de identificar, producir, transformar, difundir y utilizar la información, la experiencia y la experimentación para recrear la imaginación y la inteligencia, con el propósito de construir y aplicar los conocimientos necesarios para su desarrollo integral.
La implementación de una Pedagogía por Proyectos en las aulas y en las escuelas permite desarrollar personalidades que tengan el sentido de la iniciativa, de la tolerancia y de la solidaridad. No puede reducirse a una simple técnica educativa o a un nuevo “método”. El cambio de concepción es indispensable en todos los actores involucrados: los niños y jóvenes en la escuela, las interrelaciones entre adultos y niños (y entre docentes y padres). Los estudiantes se conciben como seres activos en un medio que ellos mismos manejan, niños que construyen sus aprendizajes para resolver los problemas que les plantean sus propios proyectos elaborados con sus compañeros. Se trata de una postura filosófica, psicológica, antropológica, sociológica y desde luego, pedagógica para reconceptualizar los procesos educativos y no, de chicos sentados, silenciados, atendiendo la memorización, la velocidad de lectura con cronómetro y que todo en su conjunto predice un éxito es cuestionable porque cae en una forma mecánica de aprendizaje y enseñanza (Ruiz Nakazone et al,2010). 

A través de un proyecto que se construye en colectivo, los alumnos reconocen la escuela como un lugar privilegiado donde se realizan los aprendizajes significativos para ellos, ven al profesor como una persona facilitadora de aprendizaje, que los va a ayudar cuando surjan dudas o dificultades, y a sus compañeros como pares con los cuales es agradable compartir y confrontar.

Los sustentos teóricos de esta pedagogía confirman que la actividad del sujeto que aprende resulta determinante para la construcción de un saber operatorio que dé lugar a un aprendizaje eficaz en situaciones con sentido para quien aprende, y que la mejor manera de facilitar un aprendizaje significativo, es permitir que esas mismas situaciones integren un proyecto del alumno donde él mismo ,junto con sus compañeros, participe en su evaluación, indiscutiblemente con el apoyo de docentes mediadores.
Desde el punto de vista cognitivo la Pedagogía por Proyectos, permite que se realice una transferencia a los demás aprendizajes y no sólo exclusivos de la enseñanza del español, dado que las competencias que van construyéndose a lo largo de un proyecto se proyectan en la vida escolar y social de los estudiantes: anticipar debido a la percepción global de lo que uno busca hacer; ser capaz de organizar las propias actividades, el propio tiempo y los propios documentos de trabajo; saber confrontarse con los otros, estar abierto a las propuestas de los demás, ver los aspectos positivos de las inevitables contradicciones, saber adaptarse a situaciones diferentes, saber resistirse; saber evaluarse y saber implementar una reflexión metacognitiva sobre los caminos mentales recorridos, los conocimientos elaborados, las competencias desarrolladas, en fin.

Las actividades en las aulas desde la Pedagogía por Proyectos 

Particularmente, aprender a comprender y producir textos en la escuela desde la Pedagogía por Proyectos implica, desde preescolar, vivir en textos, aprender a reconocer y utilizar todos los tipos de escritos y frecuentar asiduamente el universo de la literatura infantil; es practicar desde el principio, la lectura-comprensión y la producción-comunicación, en el marco de proyectos personales o colectivos. Implica para cada niño, aprender a construir el significado de un texto dado, ya sea para leerlo o para escribirlo, basándose en el aprendizaje de estrategias diversificadas, la identificación de procesos y de operaciones mentales pertinentes, y el tratamiento de índices textuales de distinta índole; así, aprender a leer y a escribir están en una interacción permanente, explícita y eficaz. Cada niño autoaprende a leer y a escribir, con la ayuda del docente y de las interacciones que tiene con sus compañeros y con los demás lectores o productores de su entorno. Es el retorno metacognitivo sistemático sobre su propia actividad de lector y/o productor de textos lo que permite al que aprende sacar provecho de sus errores y evaluar sus progresos. Son las necesidades de aprendizaje de sus alumnos las que organizan las actividades que lleva a cabo el docente.

De esta manera, la Pedagogía por Proyectos aparece como una perspectiva de formación permanente que apunta, al mismo tiempo, a la construcción y al desarrollo de personalidades, saberes, conocimientos y competencias (2009,Joliber y Srakï).

Esta propuesta de renovación didáctica parte de buscar la creación de condiciones que faciliten el aprendizaje, que impulsen la lectura y producción de textos en situaciones reales de uso, promueva el surgimiento de actividades regulares de reflexión sobre lo que se vivencia, de ir sistematizando lo que se va descubriendo y de promover una evaluación formativa. 

Para ello, y a manera de conclusión de esta visión general sobre Pedagogía por Proyectos expreso que se necesita crear condiciones generales que permitan la formación de personalidades y la construcción eficaz del aprendizaje (Joliber,2002) por los mismos estudiantes. En ello se comienza por la reorganización de nuestro salón de clase para que responda a las funciones que se requieran: acomodo de mesas y sillas según las distintas actividades,  implementación de rincones,  utilización de paredes; hacer sentir la presencia de múltiples y diversos textos creando paredes textualizadas, hacer efectiva la biblioteca del aula, darle forma a través de textos a la comunicación con el exterior, con la comunidad; propiciar la autonomía de los niños y jóvenes con respecto  a los textos y por último, realizar la implementación de una pedagogía por proyectos que dé sentido a toda actividad que se realice en clase, la estimulación de una vida cooperativa en constante actividad que dé lugar  a un ambiente grato y alentador, que dé ganas de convivir y de aprender y que facilite no la disciplina, la autodisciplina.

BIBLIOGRAFÍA
HERGREAVES, A (1999) Profesorado, cultura y postmodernidad. Madrid.
JOLIBERT, Josette et al (2003) Formar niños lectores y productores de textos (Former des enfant lecteurs de textes).Primera edición 1992. J.C.Sáez. Chile.
JOLIBERT, Josette y  SRAÏKI, Christine (2009) Niños que construyen su poder de leer y escribir. Chile.
JOLIBERT, Josette y JACOB, Jeannette (2003) Interrogar y producir textos auténticos: Vivencias en el aula.Chile.
RUÍZ Nakasone, Carmen et al (2010) La Enseñanza de la lengua desde la Pedagogía por Proyectos en Educación Básica. Diplomado. UPN. Diseño en proceso de registro. México.
SEP (2010) Curso Básico de Formación Continua para Maestros en Servicio. Planeación didáctica para el desarrollo de competencias en el aula. 2010.México.

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