ENCUENTRO EDUCATIVO POR UN PROYECTO ALTERNATIVO DE EDUCACIÓN
Asamblea de Coordinación Secciones 10 y 11 CNTE
VI CONGRESO NACIONAL DE EDUCACIÓN ALTERNATIVA
REFORMA EDUCATIVA O LA
INQUISICIÓN AL MAGISTERIO Y A LA EDUCACIÓN PÚBLICA
Iniciaremos señalando
lo que TODO mundo a dicho sobre esta mesiánica reforma, primeramente que no es
educativa sino administrativa o mejor dicho, que es fundamentalmente laboral y no
beneficia para nada la educación pública, sino más bien atenta contra su
carácter público y gratuito.
Lo segundo que hay que
resaltar es que ésta se inscribe en un contexto de reformas estructurales
promovidas por los organismos internacionales desde las más grandes esferas de
poder para ajustar las políticas públicas a los intereses del mercado, convirtiendo
a la educación en una más de las mercancías con un alto potencial de valor de
cambio en beneficio de intereses empresariales que ven en ella una magnífica oportunidad
de inversión que les redituará enormes ganancias, puesto que toda la sociedad
requiere de dicho servicio, por lo que, los intereses económicos se ponen por
encima de los intereses sociales a los cuales la educación en nuestro país
había estado ligada históricamente después de la Revolución Mexicana. Es decir
es una reforma NEOLIBERAL por lo tanto, no es una reforma que atienda el
beneficio colectivo sino una reforma con un sello totalmente empresarial, capitalista,
burgués, trasnacional y oligarca, donde el lucro se convierte en su principal
motivación y no la calidad educativa, entendida ésta como el desarrollo
integral del ser humano.
Dicha reforma tampoco
tiene nada de ORIGINAL es copia fiel de lo que en otros países se ha venido
implementando para ajustar un servicio SOCIAL como el educativo al interés
económico que hoy la concibe como un fructífero negocio. Su impacto y
consecuencias ya lo han sufrido países como Chile y el propio Estados Unidos, lugares
donde lo que predomina es una fuerte educación privada al lado de una maltrecha
educación pública. Ya Diane Ravitch, Manuel Pérez Rocha y otros especialistas
sostienen que este tipo de medidas o ajustes educativos han sido sacados del
cesto de la basura de la política neoliberal[1]
Por qué resulta
atractivo este rubro educativo nos preguntaremos, pues simplemente porque existen
según datos del propio INEGI 207 mil 682 escuelas de educación básica a donde
asisten 25 millones de alumnos y laboran 2 millones de trabajadores de la
educación. Piensen el potencial económico que estas cifras representan para la
inversión privada. Porque hoy el Estado Mexicano ha
alcanzado la cobertura educativa nacional y está en condiciones de poner las
escuelas y la educación en bandeja de plata para su privatización, lo mismo que
el petróleo, la energía eléctrica, los servicios de salud y todo lo que represente
ganancia para el capital.
Estas son las
verdaderas causas por las que era necesario eliminar a la presidenta del
sindicato más grande de América Latina, desmantelar su estructura de poder,
atarla de manos y subordinarla a la dirección de la SEP. Este poder llamado
fáctico creado y crecido con el beneplácito de los gobiernos en turno era un
lastre que era necesario remover para modificar las condiciones laborales del
magisterio nacional, borrar sus conquistas profesionales y convertirlos en
trabajadores de excepción sin ninguna semejanza jurídica ni administrativa a la
burocracia actual para allanar el camino a diversas empresas para su injerencia
en las escuelas públicas y fomentar el desarrollo de una educación privada que
pueda competir en mejores condiciones contra la educación pública, ya que para
la visión tecnócrata de costo-beneficio, se pretende reducir la carga
financiera que para el gobierno representa la educación pública y trasladarla
al sector privado quien la administraría a su beneficio. Y no es que se creyera
que la dirección nacional del SNTE se habría opuesto a los cambios que la
reforma traería, pues nunca lo ha hecho sino más bien que el poder acumulado
por esta aristocracia sindical exigiría cotos de poder y la manutención de una
parásita burocracia sindical que el gobierno y los empresarios no estaban
dispuestos a pagar, pero además porque había que justificar ante la opinión
pública todos los ajustes y supresión de derechos de los trabajadores creando
un “chivo expiatorio” causante de todo el desastre educativo, tal y como lo
hicieron con el SME, alegando los “privilegios” que los trabajadores tenían,
como si ello fuera un pecado capital, prometiendo bajar las tarifas y mejorar
el servicio, tal y como ahora prometen hacerlo con la educación pública
crucificando al magisterio nacional.
Pero no contaban con la respuesta de la CNTE ni del digno magisterio
democrático que se puso en pie de lucha para defender la educación pública. Si
para algo sirvió positivamente la reforma educativa fue para la caída de EEGM y
la reorganización de la lucha nacional del magisterio, lo demás son puras
afectaciones.
Ello explica también la
enorme campaña de denostación contra la escuela pública y contra los maestros
que en ella laboramos. Haciéndonos responsable del fracaso del modelo educativo
que el propio Estado diseñó y que ha controlado hegemónicamente. Para nadie es
desconocido el papel histórico que ha cumplido el magisterio para consolidar la
educación pública, darle identidad a la nación y erradicar la ignorancia a
pesar de sus limitaciones y obstáculos. El maestro mexicano es artífice de lo
que hoy somos como país. Su tarea no puede ser soslayada aunque hoy Televisa y
Televisión Azteca, a través de grupos pro-empresariales como “Mexicanos
Primero”, intenten hacerlo.
Estos grupos en sus “cápsulas”,
“spots”, “videos” y documentos denuncian el abandono, corrupción, desastres y
“recuento de los daños” en los que se haya sumida la educación y acusan, sin
profundizar en las verdaderas causas, al magisterio y a su sindicato de ello,
pero dejan de lado que quienes permitieron dichas corruptelas, desvío de
recursos y demás perjuicios fueron las propias autoridades educativas que
alimentaron durante décadas y siguen alimentando esas mafias sindicales para
mantener bajo control al grueso de los trabajadores de la educación, fomentando
ese “charrismo sindical”, convertido en caciques, funcionarios, diputados,
senadores y aviadores que los gobiernos priístas y panistas toleraron para
controlar, corporativizar y contener al más grande sindicato nacional e imponer
las políticas educativas que convinieron y convienen al sistema. Es el Estado
quien ha sostenido a los grandes caciques o “capos” magisteriales: Jesús Robles
Domínguez, Carlos Jonguitud Barrios y Elba Esther Gordillo Morales, no la base
trabajadora. Y los ha quitado cuando ya no le han sido útiles. Es una mentira
la libre sindicalización que pregona el Estado. Lo mismo que la democracia
sindical. El gobierno mexicano jamás va a permitir la autonomía ni la libertad
gremial y la va a acotar y enfrentar palmo a palmo. Por eso la lucha sindical
es estratégica para la clase trabajadora. No es sólo la conquista de los
derechos y mejores condiciones de vida sino la lucha por la conquista de la
democracia, la independencia y la libertad, lo que está en juego en la lucha
que hoy sostiene la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación.
Por ello sostenemos que
la Reforma Educativa no es otra cosa que el linchamiento del magisterio nacional
y más concretamente del magisterio democrático, Las modificaciones
constitucionales, las leyes secundarias y todo el sistema jurídico laboral
ajustado para ello, se convierten en un tribunal inquisidor de las condiciones
laborales del magisterio al anular sus ya de por sí exiguos derechos, convirtiendo
al magisterio en trabajadores de excepción distintos a los demás burócratas y
fuera del apartado B del artículo 123 constitucional con la amenaza y el
latente temor a ser despedidos en cualquier momento, sin ninguna responsabilidad
para el patrón, tal y como lo marca la nueva reforma laboral que señala
diversas causales de despido. De un plumazo o de varios (a estas alturas da
igual) se borraron todas las conquistas laborales, sindicales y profesionales
de los trabajadores de la SEP con la total complacencia de todos los poderes federales
y de los partidos políticos “legales”, pisoteando derechos reconocidos
internacionalmente y poniendo criterios eficientistas por encima de criterios
pedagógicos. La reforma busca elevar la calidad educativa a través de ajustes
al trabajo docente buscando una mayor eficacia en los resultados y una
eficiencia medible a través de periódicas evaluaciones pero no le da a los
docentes seguridad en el empleo, reconocimiento social a su labor ni mejores
salarios, tan solo la promesa de premios y estímulos perenes, así como un
sistema de competencia permanente donde únicamente los más aptos sobreviven. En
ningún momento se plantea el cambio de modelo educativo que ponga en el centro
la transformación radical de los estudiantes, que de origen a un nuevo
ciudadano proactivo y crítico o un mejor ser humano. Es una reforma con
dedicatoria para los maestros, no fue hecha para mejorar a los educandos. Son
las políticas neoliberales aplicadas a la educación aderezados con discursos
aparentemente vanguardistas: Hacer más con menos. Bajo presupuesto y mejores
resultados. Escuelas de Calidad. Escuelas de Tiempo Completo y de Jornada
Ampliada. Computación e Inglés. TICs y demás pero menos humanismo, poca
historia, eliminación del pensamiento lógico y filosófico y deformación del
concepto del desarrollo integral del individuo
El Gobierno hábilmente
tendió una cortina de humo haciendo creer a la población que los maestros no
querían evaluarse confundiendo a la población que no entendía la diferencia
entre examen y evaluación. Y si por algo hay que empezar es precisamente por la
evaluación del sistema educativo mexicano, el cual ha fracasado en sus
políticas sin reconocer que si la educación pública se ha consolidado es por el
esfuerzo del magisterio nacional y no por sus iniciativas. Las escuelas
mexicanas a lo largo de toda la república han funcionado con, sin o a pesar del
apoyo federal, por ello es una falacia que los maestros teman evaluarse porque
a diario lo hacen ante sus comunidades y en sus contextos educativos. Y aunque
hay grandes rezagos y deficiencias en la escuela pública habría que revisarse
si éstas son responsabilidad únicamente de los maestros o es provocada también
por la falta de incremento al presupuesto educativo que tiene en el abandono a
los edificios escolares sin equipamiento ni mantenimiento a los laboratorios,
talleres, aulas de medios y demás espacios educativos.
Igualmente el Estado ha
querido disfrazar la privatización diciendo que no habrá cuotas y que los
servicios los pagará el gobierno pero ocultando que ha permitido que proliferen
miles de escuelas “patito” que en unos cuantos meses extienden certificados de
estudios tan sólo con la acreditación de
exámenes estandarizados de dudosa
confiabilidad. A estas escuelas no se les cuestiona ni se someterán al
escrutinio de la evaluación docente porque lo que al Estado realmente le
interesa es el control de la educación pública y el fortalecimiento y
crecimiento de la educación privada. La privatización se está ocultando de
muchas maneras bajo la mentira de una aparente reforma educativa que no es otra
cosa sino la antesala del desmantelamiento de la educación pública.
Los efectos nocivos de
esta reforma se denotan en la improvisación de diversas medidas que chocan con los discursos oficiales: Se anuncian nuevas
estructuras directivas en educación básica para el próximo ciclo escolar, pero
no se señalan características ni perfiles; El calendario escolar señala cursos
de capacitación para los docentes que finalmente son suspendidos porque no se
tiene nada preparado; Se implementan todo tipo de exámenes (de recuperación,
finales, globales, etc) como si la evaluación fuera únicamente la medición del
conocimiento; Se modifican las cartillas o reportes de evaluación que nadie
entiende cómo llenar; etc., etc., etc., Es decir, tenemos una reforma incierta,
nebulosa, incongruente que ni siquiera los directivos, mandos medios y
autoridades educativas alcanzan a precisar y que se va ajustando día a día para
sorpresa de muchos. Tal pareciera que sólo unos cuántos saben precisamente a
dónde va y que obedece a los intereses de quiénes están en el poder y no
beneficia a la población. Es una reforma estructural puesta al servicio del
gran capital. Sirva de ejemplo, la implementación de los Consejos de
Participación Social que buscan recargar el gasto social del mantenimiento de
los centros escolares en ellos para desobligar al Estado de esta
responsabilidad. Indigna que intenten hacerlos parecer como entes sociales
cuando en realidad son únicamente promotores de recursos económicos para las
escuelas.
Ante esta situación,
sostenemos la tesis de que la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la
Educación ha desarrollado en estos casi 35 años de lucha ininterrumpida líneas
generales de acción y posicionamientos políticos que constituyen LA POLÍTICA
EDUCATIVA DE LA CNTE, es decir su PROGRAMA POLÍTICO-EDUCATIVO que tiene como
fundamento esencial la DEFENSA DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA Y GRATUITA, y que hoy
está en condiciones de sistematizarla y oponerla como alternativa educativa
ante el fracaso del modelo educativo capitalista y neoliberal, así como
baluarte de los trabajadores que luchamos por una nueva sociedad y que podemos
construir no un proyecto educativo alterno sino MUCHOS PROYECTOS EDUCATIVOS
ALTERNATIVOS de acuerdo a los distintos escenarios o contextos sociales donde
trabajamos codo con codo con nuestras comunidades educativas, porque entendemos
que la transformación educativa será colectiva, en unión de alumnos, padres de
familia, organizaciones sociales y la sociedad civil. Sin reivindicar el lema
del SNTE pero si recuperando su contenido de clase, sostenemos que “la
educación debe estar VERDADERAMENTE Y COMBATIVAMENTE al servicio del pueblo”
Fraternalmente
Unidos y Organizados,
Venceremos
La Fuerza Nace, de la
Asamblea de Base
Asamblea de
Coordinación de las Secciones 10 y 11 de la CNTE
Mayo
de 2014
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