sábado, 5 de julio de 2014

Sobre la reforma "educativa"



ENCUENTRO EDUCATIVO POR UN PROYECTO ALTERNATIVO DE EDUCACIÓN
Asamblea de Coordinación Secciones 10 y 11 CNTE
VI CONGRESO NACIONAL DE EDUCACIÓN ALTERNATIVA
REFORMA EDUCATIVA O LA INQUISICIÓN  AL  MAGISTERIO Y A LA EDUCACIÓN PÚBLICA

Iniciaremos señalando lo que TODO mundo a dicho sobre esta mesiánica reforma, primeramente que no es educativa sino administrativa o mejor dicho, que es fundamentalmente laboral y no beneficia para nada la educación pública, sino más bien atenta contra su carácter público y gratuito.
Lo segundo que hay que resaltar es que ésta se inscribe en un contexto de reformas estructurales promovidas por los organismos internacionales desde las más grandes esferas de poder para ajustar las políticas públicas a los intereses del mercado, convirtiendo a la educación en una más de las mercancías con un alto potencial de valor de cambio en beneficio de intereses empresariales que ven en ella una magnífica oportunidad de inversión que les redituará enormes ganancias, puesto que toda la sociedad requiere de dicho servicio, por lo que, los intereses económicos se ponen por encima de los intereses sociales a los cuales la educación en nuestro país había estado ligada históricamente después de la Revolución Mexicana. Es decir es una reforma NEOLIBERAL por lo tanto, no es una reforma que atienda el beneficio colectivo sino una reforma con un sello totalmente empresarial, capitalista, burgués, trasnacional y oligarca, donde el lucro se convierte en su principal motivación y no la calidad educativa, entendida ésta como el desarrollo integral del ser humano.
Dicha reforma tampoco tiene nada de ORIGINAL es copia fiel de lo que en otros países se ha venido implementando para ajustar un servicio SOCIAL como el educativo al interés económico que hoy la concibe como un fructífero negocio. Su impacto y consecuencias ya lo han sufrido países como Chile y el propio Estados Unidos, lugares donde lo que predomina es una fuerte educación privada al lado de una maltrecha educación pública. Ya Diane Ravitch, Manuel Pérez Rocha y otros especialistas sostienen que este tipo de medidas o ajustes educativos han sido sacados del cesto de la basura de la política neoliberal[1]
Por qué resulta atractivo este rubro educativo nos preguntaremos, pues simplemente porque existen según datos del propio INEGI 207 mil 682 escuelas de educación básica a donde asisten 25 millones de alumnos y laboran 2 millones de trabajadores de la educación. Piensen el potencial económico que estas cifras representan para la inversión privada. Porque hoy el Estado Mexicano ha alcanzado la cobertura educativa nacional y está en condiciones de poner las escuelas y la educación en bandeja de plata para su privatización, lo mismo que el petróleo, la energía eléctrica, los servicios de salud y todo lo que represente ganancia para el capital.
Estas son las verdaderas causas por las que era necesario eliminar a la presidenta del sindicato más grande de América Latina, desmantelar su estructura de poder, atarla de manos y subordinarla a la dirección de la SEP. Este poder llamado fáctico creado y crecido con el beneplácito de los gobiernos en turno era un lastre que era necesario remover para modificar las condiciones laborales del magisterio nacional, borrar sus conquistas profesionales y convertirlos en trabajadores de excepción sin ninguna semejanza jurídica ni administrativa a la burocracia actual para allanar el camino a diversas empresas para su injerencia en las escuelas públicas y fomentar el desarrollo de una educación privada que pueda competir en mejores condiciones contra la educación pública, ya que para la visión tecnócrata de costo-beneficio, se pretende reducir la carga financiera que para el gobierno representa la educación pública y trasladarla al sector privado quien la administraría a su beneficio. Y no es que se creyera que la dirección nacional del SNTE se habría opuesto a los cambios que la reforma traería, pues nunca lo ha hecho sino más bien que el poder acumulado por esta aristocracia sindical exigiría cotos de poder y la manutención de una parásita burocracia sindical que el gobierno y los empresarios no estaban dispuestos a pagar, pero además porque había que justificar ante la opinión pública todos los ajustes y supresión de derechos de los trabajadores creando un “chivo expiatorio” causante de todo el desastre educativo, tal y como lo hicieron con el SME, alegando los “privilegios” que los trabajadores tenían, como si ello fuera un pecado capital, prometiendo bajar las tarifas y mejorar el servicio, tal y como ahora prometen hacerlo con la educación pública crucificando al  magisterio nacional. Pero no contaban con la respuesta de la CNTE ni del digno magisterio democrático que se puso en pie de lucha para defender la educación pública. Si para algo sirvió positivamente la reforma educativa fue para la caída de EEGM y la reorganización de la lucha nacional del magisterio, lo demás son puras afectaciones.
Ello explica también la enorme campaña de denostación contra la escuela pública y contra los maestros que en ella laboramos. Haciéndonos responsable del fracaso del modelo educativo que el propio Estado diseñó y que ha controlado hegemónicamente. Para nadie es desconocido el papel histórico que ha cumplido el magisterio para consolidar la educación pública, darle identidad a la nación y erradicar la ignorancia a pesar de sus limitaciones y obstáculos. El maestro mexicano es artífice de lo que hoy somos como país. Su tarea no puede ser soslayada aunque hoy Televisa y Televisión Azteca, a través de grupos pro-empresariales como “Mexicanos Primero”, intenten hacerlo.
Estos grupos en sus “cápsulas”, “spots”, “videos” y documentos denuncian el abandono, corrupción, desastres y “recuento de los daños” en los que se haya sumida la educación y acusan, sin profundizar en las verdaderas causas, al magisterio y a su sindicato de ello, pero dejan de lado que quienes permitieron dichas corruptelas, desvío de recursos y demás perjuicios fueron las propias autoridades educativas que alimentaron durante décadas y siguen alimentando esas mafias sindicales para mantener bajo control al grueso de los trabajadores de la educación, fomentando ese “charrismo sindical”, convertido en caciques, funcionarios, diputados, senadores y aviadores que los gobiernos priístas y panistas toleraron para controlar, corporativizar y contener al más grande sindicato nacional e imponer las políticas educativas que convinieron y convienen al sistema. Es el Estado quien ha sostenido a los grandes caciques o “capos” magisteriales: Jesús Robles Domínguez, Carlos Jonguitud Barrios y Elba Esther Gordillo Morales, no la base trabajadora. Y los ha quitado cuando ya no le han sido útiles. Es una mentira la libre sindicalización que pregona el Estado. Lo mismo que la democracia sindical. El gobierno mexicano jamás va a permitir la autonomía ni la libertad gremial y la va a acotar y enfrentar palmo a palmo. Por eso la lucha sindical es estratégica para la clase trabajadora. No es sólo la conquista de los derechos y mejores condiciones de vida sino la lucha por la conquista de la democracia, la independencia y la libertad, lo que está en juego en la lucha que hoy sostiene la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación.     
Por ello sostenemos que la Reforma Educativa no es otra cosa que el linchamiento del magisterio nacional y más concretamente del magisterio democrático, Las modificaciones constitucionales, las leyes secundarias y todo el sistema jurídico laboral ajustado para ello, se convierten en un tribunal inquisidor de las condiciones laborales del magisterio al anular sus ya de por sí exiguos derechos, convirtiendo al magisterio en trabajadores de excepción distintos a los demás burócratas y fuera del apartado B del artículo 123 constitucional con la amenaza y el latente temor a ser despedidos en cualquier momento, sin ninguna responsabilidad para el patrón, tal y como lo marca la nueva reforma laboral que señala diversas causales de despido. De un plumazo o de varios (a estas alturas da igual) se borraron todas las conquistas laborales, sindicales y profesionales de los trabajadores de la SEP con la total complacencia de todos los poderes federales y de los partidos políticos “legales”, pisoteando derechos reconocidos internacionalmente y poniendo criterios eficientistas por encima de criterios pedagógicos. La reforma busca elevar la calidad educativa a través de ajustes al trabajo docente buscando una mayor eficacia en los resultados y una eficiencia medible a través de periódicas evaluaciones pero no le da a los docentes seguridad en el empleo, reconocimiento social a su labor ni mejores salarios, tan solo la promesa de premios y estímulos perenes, así como un sistema de competencia permanente donde únicamente los más aptos sobreviven. En ningún momento se plantea el cambio de modelo educativo que ponga en el centro la transformación radical de los estudiantes, que de origen a un nuevo ciudadano proactivo y crítico o un mejor ser humano. Es una reforma con dedicatoria para los maestros, no fue hecha para mejorar a los educandos. Son las políticas neoliberales aplicadas a la educación aderezados con discursos aparentemente vanguardistas: Hacer más con menos. Bajo presupuesto y mejores resultados. Escuelas de Calidad. Escuelas de Tiempo Completo y de Jornada Ampliada. Computación e Inglés. TICs y demás pero menos humanismo, poca historia, eliminación del pensamiento lógico y filosófico y deformación del concepto del desarrollo integral del individuo   
El Gobierno hábilmente tendió una cortina de humo haciendo creer a la población que los maestros no querían evaluarse confundiendo a la población que no entendía la diferencia entre examen y evaluación. Y si por algo hay que empezar es precisamente por la evaluación del sistema educativo mexicano, el cual ha fracasado en sus políticas sin reconocer que si la educación pública se ha consolidado es por el esfuerzo del magisterio nacional y no por sus iniciativas. Las escuelas mexicanas a lo largo de toda la república han funcionado con, sin o a pesar del apoyo federal, por ello es una falacia que los maestros teman evaluarse porque a diario lo hacen ante sus comunidades y en sus contextos educativos. Y aunque hay grandes rezagos y deficiencias en la escuela pública habría que revisarse si éstas son responsabilidad únicamente de los maestros o es provocada también por la falta de incremento al presupuesto educativo que tiene en el abandono a los edificios escolares sin equipamiento ni mantenimiento a los laboratorios, talleres, aulas de medios y demás espacios educativos.
Igualmente el Estado ha querido disfrazar la privatización diciendo que no habrá cuotas y que los servicios los pagará el gobierno pero ocultando que ha permitido que proliferen miles de escuelas “patito” que en unos cuantos meses extienden certificados de estudios  tan sólo con la acreditación de exámenes estandarizados  de dudosa confiabilidad. A estas escuelas no se les cuestiona ni se someterán al escrutinio de la evaluación docente porque lo que al Estado realmente le interesa es el control de la educación pública y el fortalecimiento y crecimiento de la educación privada. La privatización se está ocultando de muchas maneras bajo la mentira de una aparente reforma educativa que no es otra cosa sino la antesala del desmantelamiento de la educación pública.
Los efectos nocivos de esta reforma se denotan en la improvisación de diversas medidas que chocan con  los discursos oficiales: Se anuncian nuevas estructuras directivas en educación básica para el próximo ciclo escolar, pero no se señalan características ni perfiles; El calendario escolar señala cursos de capacitación para los docentes que finalmente son suspendidos porque no se tiene nada preparado; Se implementan todo tipo de exámenes (de recuperación, finales, globales, etc) como si la evaluación fuera únicamente la medición del conocimiento; Se modifican las cartillas o reportes de evaluación que nadie entiende cómo llenar; etc., etc., etc., Es decir, tenemos una reforma incierta, nebulosa, incongruente que ni siquiera los directivos, mandos medios y autoridades educativas alcanzan a precisar y que se va ajustando día a día para sorpresa de muchos. Tal pareciera que sólo unos cuántos saben precisamente a dónde va y que obedece a los intereses de quiénes están en el poder y no beneficia a la población. Es una reforma estructural puesta al servicio del gran capital. Sirva de ejemplo, la implementación de los Consejos de Participación Social que buscan recargar el gasto social del mantenimiento de los centros escolares en ellos para desobligar al Estado de esta responsabilidad. Indigna que intenten hacerlos parecer como entes sociales cuando en realidad son únicamente promotores de recursos económicos para las escuelas.
Ante esta situación, sostenemos la tesis de que la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación ha desarrollado en estos casi 35 años de lucha ininterrumpida líneas generales de acción y posicionamientos políticos que constituyen LA POLÍTICA EDUCATIVA DE LA CNTE, es decir su PROGRAMA POLÍTICO-EDUCATIVO que tiene como fundamento esencial la DEFENSA DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA Y GRATUITA, y que hoy está en condiciones de sistematizarla y oponerla como alternativa educativa ante el fracaso del modelo educativo capitalista y neoliberal, así como baluarte de los trabajadores que luchamos por una nueva sociedad y que podemos construir no un proyecto educativo alterno sino MUCHOS PROYECTOS EDUCATIVOS ALTERNATIVOS de acuerdo a los distintos escenarios o contextos sociales donde trabajamos codo con codo con nuestras comunidades educativas, porque entendemos que la transformación educativa será colectiva, en unión de alumnos, padres de familia, organizaciones sociales y la sociedad civil. Sin reivindicar el lema del SNTE pero si recuperando su contenido de clase, sostenemos que “la educación debe estar VERDADERAMENTE Y COMBATIVAMENTE al servicio del pueblo”

Fraternalmente
Unidos y Organizados, Venceremos
La Fuerza Nace, de la Asamblea de Base
Asamblea de Coordinación de las Secciones 10 y 11 de la CNTE
Mayo de 2014


[1]Hay que recordar que Ravitch fue funcionaria de primer nivel en el sector educativo de los Estados Unidos, durante la presidencia de George Bush, padre, quien promovió estas medidas que posteriormente agudizaron el deterioro del sistema educativo público norteamericano, lo mismo que en Chile, dando como resultado su rotundo fracaso. Actualmente se desenvuelve como analista y crítica de estas políticas neoliberales que conoció directamente durante su desempeño como funcionaria.


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